VII Congreso Nacional Programático de Uniones Comunales de Juntas de Vecinos de Chile
Puerto Montt, 22 de Julio de 2005
Palabras de Michelle Bachelet
Queridas amigas y amigos,
Les agradezco la invitación a conversar con ustedes esta tarde. Me van a permitir un saludo especial para los dueños de casa, para los dirigentes de la Región de Los Lagos, y para los organizadores de este Congreso.
No podía perderme esta invitación. Los felicito por el esfuerzo de llegar hasta acá a este Congreso. Pero más importante aún, los felicito por el trabajo diario en sus comunas, en sus barrios. Sé lo difícil que puede llegar a ser la labor de dirigencia. No faltan los problemas, las incomprensiones. Algo de ingratitud de parte de algunos. Pero la satisfacción de colaborar en el desarrollo de nuestro entorno, de nuestras familias y vecinos, supera los sinsabores.
Uno de los ejes de mi campaña ha sido la participación ciudadana. Más de alguna crítica me he llevado por esto. Muchos no entienden que haga una campaña recorriendo el país organizando diálogos ciudadanos y diálogos regionales. Que así no se hace política, me dicen. Que así no se ganan votos. Que así no se gobierna.
Pero yo soy una convencida de que la participación ciudadana es "la" gran herramienta de las democracias modernas. La tendencia actual en los países desarrollados es que la ciudadanía se involucra cada día más y más en todos los temas. Vengo llegando de España. Allá pude ver en terreno cómo en Europa la comunidad participa en la decisión de presupuestos locales, en las políticas de seguridad pública, en la educación, en las relaciones laborales, en los derechos de los consumidores y usuarios, entre muchos otros ámbitos. El mundo camina hacia una ciudadanía activa, involucrada en su gobierno.
En Chile tenemos que avanzar mucho más en este sentido. Ustedes son un ejemplo de ciudadanía activa. Sé que muchas veces no reciben los apoyos necesarios. Y lo que es peor, sé que muchas veces no reciben la consideración que se merecen.
Hemos dicho en esta campaña: Tan importante como las cosas que hagamos será la forma cómo lo hagamos. Queremos una política de cara a la gente, participativa, llena de propuestas.
Pero la participación ciudadana no sólo es buena en sí misma. Es también una herramienta eficiente para las políticas públicas. Los médicos sabemos esto muy bien: El mejor paciente es aquel que se involucra en su tratamiento, que entiende lo que pasa, que colabora con su doctor. Lo mismo pasa con las políticas públicas. La participación verdadera hace que se tomen mejores decisiones, y que éstas se implementen de mejor manera.
Ahora, para avanzar en esta materia es preciso remover los vestigios de cultura autoritaria que quedan en nuestro país. Ojo, que esto nos toca a todos. Así como hay funcionarios de gobierno que no toman en consideración a la gente, también existen dirigentes sociales que incurren en este tipo de prácticas. Aquí se requiere un cambio cultural. Tenemos que enseñar desde niños a trabajar en equipo, a ser más participativos. La autoridad tiene que escuchar a la gente. Tiene que preocuparse de verdad por sus problemas. Dar reales muestras de inclusión.
Me interesa gobernar con una ciudadanía activa, porque así mis políticas serán mejores. ¿Cómo podemos avanzar?
Lo primero, descentralización. Existe mucha desigualdad entre Santiago y las regiones. ¡Tenemos que transferir poder y recursos a la gente de regiones! Las autoridades regionales tienen que ser de la región, y tienen que ser elegidas por la región. Proponemos un Presidente de Gobierno Regional elegido democráticamente junto a los Consejeros Regionales.
Crearemos Agencias de Desarrollo Regional en cada región, y oficinas en cada provincia. La idea es que sea en estas agencias donde se manejen los instrumentos de fomento que hoy están dispersos en diversas instituciones, como CORFO, INDAP, Sercotec, y otras.
También modificaremos la estructura de los fondos regionales. Porque hoy el FNDR tiende a concentrarse en proyectos de infraestructura, como si la inversión en cultura o en nuevos proyectos productivos no importara. Por eso crearemos tres fondos: un fondo de capital humano, un fondo de innovación y emprendimiento, y un fondo de infraestructura.
La segunda propuesta para avanzar más en el fortalecimiento de una ciudadanía activa es una reforma de calidad en nuestra democracia. Hace poco terminamos con los enclaves autoritarios en la Constitución. Hoy podemos incorporar mecanismos de participación en el proceso legislativo. Me refiero a la iniciativa popular de ley, en los referéndums y plebiscitos. Hay que cambiar urgentemente el sistema binominal. Y una ley de cuotas para la participación femenina en cargos de elección popular.
Lo tercero es una ciudadanía activa en la gestión local. Queremos introducir los presupuestos participativos en todo el país. Ya hay algunos municipios que tienen experiencias exitosas, como San Joaquín, Cerro Navia o Buin.
Con esto se aumenta la transparencia y se reduce el clientelismo. También se producen mejoras de eficiencia. Las Juntas de Vecinos tendrán un rol fundamental en este sentido, pero para eso requerirán de apoyo técnico. Les advierto algo: Tendrán que prepararse para esta reforma, tendrán que incorporar a la mejor gente a sus organizaciones. Optar por una ciudadanía activa conlleva una gran responsabilidad.
Una cuarta dimensión de mi propuesta participativa dice relación con la inclusión de la ciudadanía en diversas políticas públicas. Déjenme darles un solo ejemplo, que son las políticas de Seguridad Ciudadana, que es una de mis prioridades.
Mi propuesta es distinta a la de otros candidatos, porque yo pongo el acento allí donde más se debe trabajar, que es en prevención. Yo no voy a proponer medidas "pa’ la tele". Hemos dicho que aplicaremos mano dura contra la delincuencia, pero mano justa e inteligente con sus causas.
Evidentemente tenemos que trabajar medidas de control del delito. Pero lo haremos bien. Por ejemplo, algunos dicen que "la tercera es la vencida". Yo digo que "la primera es la vencida". Para los reincidentes debe haber castigo inmediato. No puede ser que algunos hagan del delito una verdadera profesión.
También sabemos que la gente quiere Carabineros, no quiere guardias municipales, que han demostrado su ineficiencia. Aumentaremos la dotación de Carabineros en 1500 por año, de manera de preparar Carabineros bien formados en términos profesionales y éticos. Y nos preocuparemos de su distribución equitativa en el territorio.
Pero les insisto que lo más importante es la prevención del delito. Aquí la participación de la gente es fundamental. Las estadísticas demuestran que los mayores avances en esta materia se dan en las comunas que trabajaron de manera conjunta las policías, el gobierno central, el municipio y la comunidad.
Tenemos que trabajar un modelo de "Carabinero de Barrio", o policía comunitario. Se trata de un policía que es conocido y respetado por la comunidad donde trabaja. También está todo el tema de prevenir las condiciones de inseguridad. Quién mejor que los propios vecinos para identificar lugares, pasajes, plazas, casas abandonadas, sitios eriazos, donde se cometen más delitos. Allí focalizaremos fondos y ayuda para mejorar entornos.
La ciudadanía puede ser mucho más activa en detectar jóvenes en riesgo de caer en la delincuencia. O en su etapa previa, que es el alcohol y las drogas. Más del 60% de los delitos se cometen bajo alguna influencia. Hablo de fomentar planes vecinales de salud, de deporte, de espacios de recreación para los jóvenes. Y de vecinos que se conocen y se ayudan. Mal que mal son nuestros hijos los que están en riesgo.
He hablado, por ejemplo, de cómo utilizar redes vecinales para un programa de estimulación temprana de nuestros niños. Como pediatra les puedo asegurar la tremenda importancia que tiene la educación pre-escolar en los primeros años de vida. Implementaremos un programa especial a través de consultorios y organizaciones sociales.
Para terminar, me referiré a las políticas de apoyo a las organizaciones. Porque ya lo hemos dicho: Tenemos una cultura autoritaria que tenemos que remover, y para eso se necesita apoyo político y recursos.
Hemos tenido avances en este sentido. Existe el Instructivo Presidencial de Participación. Tenemos el Fondo para el Desarrollo de la Sociedad Civil. Tenemos fondos concursables en la DOS. Fondos para proyectos con Municipios de la SUBDERE, para el fortalecimiento vecinal. Y así una serie de otros proyectos, algunos vinculados a programas específicos como Conace, Comuna Segura, Chiledeportes, entre otros.
Pero tenemos que avanzar mucho más. Siendo muy honesta, entiendo que exista un grado de frustración en este sentido. Aquí hay un tema de recursos, pero también un tema de actitud política de consideración e inclusión.
Tenemos que mejorar el proyecto de Ley de Participación, en mucho de los aspectos que he señalado hoy. Y sacar esa ley adelante. También es evidente que tenemos que mejorar los instrumentos. Necesitamos más recursos para los fondos de desarrollo, pero también necesitamos mecanismos de asignación transparentes, que no dependan del alcalde o la autoridad de turno.
Fortalecer la sociedad civil y sus organizaciones pasa también por capacitar a sus dirigentes. Especialmente si hablamos de involucrar a la ciudadanía en la gestión de tareas cada vez más complejas. Y facilitar la constitución de organizaciones.
Son muchos los ámbitos que podríamos conversar esta tarde. Lo central de todo es el compromiso político con la participación, y el convencimiento de su necesidad y eficacia.
Quiero una ciudadanía activa en mi gobierno. Quiero que se involucre en lo que le afecta. Que sea respetada, escuchada y considerada.
¿Qué pueden esperar de mi? Puertas abiertas al diálogo y la participación. Y mucha honestidad. Yo no les voy a prometer lo que no puedo cumplir. No voy a caer en ofertones ni en demagogia. Un solo ejemplo: uno de mis compromisos es jugármela por reformar el sistema previsional. El sistema previsional tiene muchos problemas como para pensar en soluciones de parche. Hay un candidato que está proponiendo jubilación para las dueñas de casa; esta jubilación vendría del ahorro del propio cónyuge. A esto me refiero cuando hablo de demagogia. Veamos la realidad: El 40 % de los chilenos no cotiza y de los trabajadores independientes, el 90% no está afiliado al sistema ¿cómo pretende ése candidato que esos chilenos que no cotizan ni para ellos mismos, pongan plata para la cotización de la señora? Eso no es real; eso es demagogia. De mi pueden esperar puertas abiertas al diálogo, honestidad y respeto, mucho respeto, porque ese tipo de propuestas demagógicas se hacen pensando que los chilenos no piensan o no tienen capacidad de entender.
Quiero una ciudadanía activa en políticas de educación, a través de los consejos escolares. En vivienda, en salud. En superación de la pobreza, en medioambiente.
La ciudadanía no siempre tendrá la razón. En más de alguna vez surgirán desacuerdos. No siempre se entenderá que hay otras prioridades. Pero siempre habrá tiempo para escuchar y explicar las decisiones.
Los felicito nuevamente, y les anuncio que se vienen tiempos de trabajo y compromiso. Más participación implica más responsabilidad. Tendrán que ser exigentes con ustedes mismos. Tendrán que potenciar sus liderazgos.
Pero la tarea es noble. Trabajar por nuestra propia gente es de aquellas tareas que valen la pena.
Muchas gracias y suerte en este Congreso.